Las Ruinas de Bajomontaña es una de esas localizaciones de los Reinos Olvidados con más predicamento entre los aficionados compañeros jugadores, que usan esta ambientación para emplazar sus campañas. Con el paso de los años, Bajomontaña ha alcanzado cierta aura mítica entre los dungeon crawlers de pro, pues no en balde es uno de los complejos subterráneos más peligrosos, intrincados y atrayentes jamás creados para Dungeons & Dragons. De hecho, el primer boxed set situado en Bajomontaña está considerado uno de los suplementos mejor editados para segunda edición de AD&D y es muy buscado por los aficionados (este suplemento vió una edición española, por cierto). Lo que hoy les mostramos es la secuela a ese primer boxed set, que nos detalla cuatro niveles situados más abajo. Este suplemento, aunque también resulta bastante buscado, es de menor calidad que el primero pero es, a su modo, un buen complemento que nos ayudará a expandir nuestras aventuras en los viejos salones polvorientos del anciano mago loco Halaster. Por cierto, estos cuatro niveles está repletos de portales que comunican con un buen montón de lugares, tanto en la misma ciudad de Aguasprofundas como en otras localizaciones más distantes.

Pero vamos ya con las fotos, que es lo que más gusta a nuestros lectores.

La caja de The Ruins of Undermountain II es de color gris, en lugar del negro del primer boxed set.

Comparamos la caja con el Manual del Jugador D&D 3.5. La caja tiene un tamaño superior a la que encontramos en el primer boxed set, pero eso no quiere decir que en esta segunda entrega haya más material que en la segunda, la verdad es que recibimos más o menos la misma cantidad de información y mapas en las dos cajas.

Este es todo el contenido en la caja.

Hay aquí también las consabidas plantillas con trampas, tesoros y otras cosas para vestir el dungeon.

Estos son los dos libretos de la caja, describiendo buena parte de los cuatro nuevos niveles.

Tablas de contenidos e introducción de los dos libretos.



Y aquí tienen fotografías completas de los cuatro mapas, desplegados para ustedes.




En fin, Bajomontaña es Bajomontaña, y aunque esta segunda entrega se nos antoja inferior a la primera, sigue siendo un dungeon clásico, de la vieja guardia, ideal para todo dungeon crawler que se precie.
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