Esta pequeña reseña de hoy tienen poco misterio… y muchos monstruos. Sí, un compendio de monstruos, a estas alturas de la película, y con todos el bicherío que ya conocemos, presentado en ciento y la madre bestiarios aparecidos para d20, y en especial para D&D, poco hay que podamos añadir en este campo, salvo presentar con unas pocas fotos el último suplemento de bichos en llegar. En fin, pues eso, la segunda entrega del manual de monstruos para D&D cuarta edición.

Vamos a ver unas fotillos:

Magnífica portada, con un mono con dos cabezas y brazos raros… y patas raras… y cola rara y… pues eso: un bicho .

Comparamos este nuevo libro que pasa a engrosar nuestra colección con el sempiterno Manual de Jugador D&D 3.5.

La verdad es que las ilustraciones de estos libros son fantásticas. Una gozada tú.

¡Ah!, el viejo y querido ankheg, uno de mis bichos favoritos que nunca pierdo la oportunidad de incluirlo en mis campañas.

Si se fijan, algunos pies de foto no han sido traducidos, imagino que por error. Cosas que pasan, pero es un fallo sin importancia.

Guay, también hay dragones metálicos.

Y… y más pies de foto sin traducir.

También tenemos forjados, típicos de Eberron en un principio.

Y goblins, mis adorados goblins, ¿por qué diántre no aparecían ya en el primer manual de monstruos? Es una herejía relegarlos a la segunda entrega del mismo.

Bichos micónidos, hombre hongo y champiñones con mala leche, ¡genial!. Me chiflan estos bichitos.

Y el viejo monstruo corrosiv… esto… ¡oxidante!. Sí, ahora se llama oxidante, mira tú por donde. Manía de cambiar las cosas. Bueno, al menos aparece.

En fin, una magnífico manual de monstruos, en la línea de la casa. Me encantan los bestiarios.
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