Saludos, lectores de la Marca. Como ya comentamos en su momento, el fin de semana pasado fueron las XVII Jornadas Kritikas, en las que un servidor tuvo el placer de dirigir el juego que todos conocemos por lo que me gustaría compartir brevemente mi experiencia con vosotros; eso sí, quizás sea bueno empezar por el principio (por lo de seguir una línea de discurso lógica y eso):

Primer día de jornadas: Viernes 5
Tras un par de días de frenética preparación, al fin estaba listo para llevarme el campamento a cuestas hasta el Casal de joves de Les Corts y dejarlo convenientemente guardado hasta el día siguiente que es cuando empezaban las partidas. Bueno, eso pensaba yo hasta que me interceptaron un par de miembros de la organización para preguntarme a qué hora iba a dirigir porque ya tenían gente para jugar; pues nada, la primera en la frente pero ya que alguien se había molestado en venir a jugar el primer día, pues qué demonios, juguemos pues.


Por si alguien se lo pregunta, lo que dirigí durante todas las jornadas fue uno de los módulos de introducción del manual básico, concretamente, la torre abandonada de la ciénaga. Eso sí, me pareció que lo más justo era que, aunque el módulo fuera el mismo, cada partida tuviera cosas diferentes y únicas (aunque los jugadores no lo supieran).


Tras un arranque quizás demasiado narrativo (uno que tiene vicio por estas cosas), tan pronto llegaron los aventureros a la torre y se metieron en faena, la cosa fue como la seda (combates incluidos); por desgracia los problemas de horarios de todos los presentes, tanto los de Barcelona como los de fuera, sólo nos permitió completar el primer nivel de la torre, por lo que paramos la sesión de juego hasta el día siguiente. Una pena que el sábado no pudiéramos coincidir todos para continuar la partida pero es lo que tienen unas jornadas: poco tiempo y muchas cosas por probar.

Sábado 6

Día complicado, la verdad. Cuestiones organizativas personales me impidieron llegar al Casal antes de las 17h aunque eso no significó dejar las partidas del Aventuras en la Marca del Este en impasse: uno de los mejores masters que conozco (y de mayor solera en el club Kritik , para qué negarlo), Antonio, hizo un hueco entre las partidas que tenía programadas para llevar a otro grupo de aventureros más allá de Pasoraudo.


Aunque no tengo feedback directo de esta partida, estoy seguro que los jugadores lo disfrutaron sobre todo por contar con un gran master con más tablas que un suelo de parqué y con largas horas de experiencia con el viejo D&D. ¡Muchísimas gracias por el cable compañero!.


Por mi parte me temo que el llegar tan tarde hizo que mucha gente se decidiera por alguna de las otras grandes propuestas roleras, como la partida de cuatro ediciones del D&D o las de Zhenoghaia por poner dos ejemplos; en cualquier caso, al final se pudo montar una última partida ese día aunque no se pudo desarrollar tal y como planeé, de duración y contenido, ya que el tercer jugador tuvo que ausentarse por causas de fuerza mayor. Aún así la breve charla post partida que tuvimos los otros dos jugadores y yo fue interesante a la par que instructiva; no hay mal que por bien no venga.

Final de jornadas: Domingo 7

Como era de esperar, este fue el día más flojo; quien sabe si era por la resaca de la noche anterior, por la visita del Santo Padre o porque, simplemente, a la gente no le gusta madrugar en domingo. Todas opciones muy respetables. En fin, que tras una mañana bastante floja, a media tarde empezó a llenarse el local cual subida de marea y, como quien no quiere la cosa, otro grupo de aguerridos aventureros se enfrentaron a los misterios de la torre de la ciénaga; por desgracia, de esta última partida no tengo fotos que poder añadir (lo siento chicos… y señorita).


Mirándolo en retrospectiva, estoy más que contento con la forma en que se desenvolvieron todos mis jugadores (se nota que eran gente con experiencia) y que pillaron la idea de lo que iba a dirigir mejor de lo que podría expresar y creedme que eso no es nada fácil en unas jornadas; nunca sabes cómo es la gente que te toca en la mesa hasta que se empieza la partida y entonces ya es tarde. En cuanto al reglamento, qué puedo decir que no haya dicho ya, considero que funcionó como la seda y que lejos de complicar las cosas, sirvió para lo que tenía que servir un buen reglamento: como soporte para contar una historia, dirigir una partida (combates incluidos) y, en definitiva, vivir una aventura ¿qué más se puede pedir?.

Por mi parte no tengo mucho más que añadir excepto dos cosas: primero, que todo lo que ha conllevado esta experiencia, tanto la preparación pre-jornadas como las partidas en sí, me ha permitido disfrutar como master de una forma de juego que por desgracia no tuve oportunidad de probar en mesa en su momento (eso sí, en tiempos me puse tibio jugando al Ultima Underworld así que no me era un tema 100% desconocido); segundo y mucho más importante, me gustaría expresar mi agradecimiento tanto a mis jugadores como a toda la gente que se pasó por las Jornadas Kritikas (y a la organización, claro está) por hacer de ellas una gran e irrepetible experiencia; bueno, por lo menos hasta el año que viene…

¡Nos vemos en las XVIII!

P.S.: como habréis comprobado, no he puesto los nombres de los participantes de las partidas pero no es despiste mío (no exactamente, vaya) sino que las hojas de inscripción desafortunadamente se traspapelaron así que ya sabéis, si fuisteis alguno de los que compartieron mesa con nosotros, pasad a saludar en los comentarios y habladnos un poco sobre vuestra experiencia; el feedback siempre es de agradecer.

Por cierto, aquí tienen otra reseña sobre la sesión introductoria con el juego de Aventuras en la Marca del Este, de la mano de Angelus Master.

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