Como dice mi amigo Cristóbal (Khristo): ¡por fin he llegado al siglo XXI! Sí, y es que me decidí de una vez a adquirir un e-book, maniático que es uno de la cosa impresa, y la verdad es que no puedo estar más contento con el aparatito (se trata de un Kindle, de Amazon, ya saben). Ayer mismo los estrené con la beta de Dungeon Crawl Classics y la verdad es que me sorprendió, no ya el juego, que poco tiene de novedoso, aunque a nivel gráfico es la leche, sino más bien el gadget este y sus posibilidades. Se abre un nuevo mundo ante mí, con miles, millones de títulos a mi disposición a sólo un click de distancia… ¿no es magnífico? Qué cosas inventan hoy. Pero no se apuren, que seguiremos coleccionando obra impresa, pues nada tan edificante y adictivo como el olor del papel impreso, de la tinta y el cartón.

Les dejo unas fotos del Kindle, última versión Wi-Fi.




La funda de piel hay que comprarla aparte, por cierto.

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