De vez en cuando hay que oxigenarse, echar una partidilla y olvidar por unas horas el fatigoso trabajo de edición y desarrollo de la caja azul, que aunque se disfruta un montón, cansa de lo lindo. Y qué mejor forma de hacerlo que jugar al Zombies!!! con los zagales, tan sencillo y efectivo de explicar.

El pequeño, mi hijo mayor, no se entera… aunque su primo disfruta de lo lindo, y es un poco tramposo. Pero bueno, les dejo hacer: uno tira los dados y el otro mueven los personajes y zombies.

La verdad es que el juego, sin ser gran cosa, es un filler como un piano: sencillo de explicar, fácil de jugar y vistoso. Al niño pequeño no le enseñamos las cartas, que algunas son algo crudas, y ya está, y se entretiene moviendo fichitas y poniendo las cartulinas del mapa. En fin, un buen juego.

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