Bueno, por fin he encontrado un momento de tranquilidad para extenderme sobre mis primeras impresiones ante la noticia del año: la nueva edición en ciernes de Dungeons & Dragons.

Lo primero que tengo que decir es que el asunto no me ha pillado, ni mucho menos, por sorpresa, es más, en alguna ocasión ya lo había comentado: lo veía venir. Finalmente, mis sospechas se ha confirmado, tras el anuncio oficial de Wizards, que no reproduciré porque, a estas alturas de la película, seguro que todos ustedes ya lo han leído, o al menos saben de que diántre va todo esto.
La verdad es que todo el tema me suscita muchos, pero muchos interrogantes, acrecentados por las declaraciones de algunos afortunados que ha tenido acceso privilegiado al núcleo de reglas que conformará esta quinta edición, y que ya han escrito cosillas al respecto. Lo más curioso del tema, es que esta gente declara que ya en diciembre de este año pasado los chicos de Wizards se pusieron en contacto con ellos para entregarles el documento de playtest. Es decir, Wizards, a lo largo de 2011 ya estaba trabajando de pleno en la nueva edición, sospecho que casi a la par que ultimaba productos en la línea Essentials. Lo que me llevaba a pensar que en algún momento a principios de año ya se había tomado la decisión de finiquitar la línea presente de cuarta y moverse en una nueva dirección. En este sentido, puede entenderse el fichaje de Monte Cook, como parte de dicha estrategia. Me gustaría saber cuándo los responsables de Wizards comunican a sus licenciatarios -Devir para el caso de España- estas decisiones estratégicas, y aunque dificilmente lo sabremos, me da en la nariz que fue hace ya algún tiempo… ¿respondería el cambio de rumbo de Devir, retrasando algunos lanzamientos clave de Essentials y cuarta, y desplazando su punto de máximo esfuerzo hacia El Anillo Único, a este supuesto comunicado?, ¿recuerdan cuándo fue eso? Sí, hay que hacer memoria. ¿Qué significa esto? Pues que si consideramos que ya a principios del año pasado se estaba considerando la posibilidad de cerrar la presente edición y comenzar a desarrollar una nueva, cuarta edición de D&D ha tenido sólo dos años de vigencia… desde mediados de 2008 hasta finales de 2010, porque ya en 2011 estaba sentenciada. Dos años, sólo dos años y algo más. Esto es importante, y nos dice algo muy relevante que podemos leer entre líneas: cuarta ha fracasado, ha sido un fiasco, y era perentorio arreglar la situación antes de que se deteriorara más, de ahí esta premura malhadada.
Pero… ¿qué ha provocado esta situación? Aunque los factores son variados, yo personalmente destacaría estos:

  • A) La fragmentación de la comunidad de jugadores, vía OGL/SRD/OSR/D20, fruto de la precipitación en el advenimiento de la cuarta edición.
  • B) La presencia y crecimiento sostenido de un rival directo bien gestionado, Pathfinder, que a su vez ahonda en el primer factor desestabilizante, citado anteriormente, y que nace como parte del mismo para convertirse, dada su pujanza, en un factor individualizado.
  • C) La incompetencia de los desarrolladores por paliar los efectos nocivos de dicha atomización y una abusiva política empresarial cortoplacista, por poco imaginativa y pacata, que dilapida un fondo comercial verdaderamente colosal.
Es evidente cuál es el enemigo a batir, incluso la forma de gestionar esta nueva quinta edición nos ofrece pistas al respecto. Pues fue Paizo quién ofreció una beta a los aficionados, requiriendo su feedback para avanzar en el desarrollo final de Pathfinder, inteligente propuesta que ahora Wizards ha fusilado sin piedad. Además, los magos de la costa, tiran de contactos y manda su beta a exclusivos medios, incluyendo a un dicharachero periodista de Forbes que nos pontifica sobre lo retro que es el nuevo D&D, asimilándolo a la esencia misma del juego, siempre según su criterio sobre qué coño es la esencia de D&D, algo voluble según cada cual, conformando una visión recortada de la realidad, camuflada en falacia inane tan vacía como el colodrillo de un tonto a las tres. No faltaran otros que vendrán a sumarse a definir la esencia de un juego ya clásico según su criterio, ignorantes de que tal cosa no se entiende sin una visión general mucho más amplia y compleja, que no sólo abarca las diferentes encarnaciones del juego, sino el conjunto de influencias literarias y lúdicas que forman el acervo del mismo, el conjunto cultural que conforma el patrimonio de D&D como parte integrante de la cultura popular. Y es más, me temo que el propio Mike Mearls, también desconoce buena parte de lo que significa el juego, y que como parte fundamental del equipo que desarrolló cuarta edición, no es la persona apropiada para guiar la nave rumbo a una nueva edición. Deberían echarlo a la calle… pero no… echan a Steve Winter, el último empleado de la casa que ya estuvo en TSR y que sabía más que nadie allí dentro lo que era D&D en su época clásica. Esto me choca también, y más leyendo los comentarios de Mearls sobre recuperar algo de las viejas ediciones. Echan a Winter y se traen a Cook, que eclosionó en la industria gracias a tercera edición, de hecho la campaña de playtest oficial para el desarrollo de tercera fue, ni más ni menos, que Ptolus, que luego comercializara el bueno de Monte con su sello, vía OGL. Recuerden que Mearls firmó su trabajo más reseñado, Iron Heroes, bajo el sello de Malhavoc Press, propiedad de Monte Cook. Iron Heroes era una manual del jugador 3.5 alternativo. Ahora Mearls le devuelve el favor a Monte reenganchádolo en el equipo de desarrollo de Wizards para quinta. El círculo se cierra…
Con Mearls ahí puede pasar cualquier cosa, para mal mayormente, a pesar de Monte… ya veremos quién más se apunta a desarrollar todo este lío. Sí… porque va a ser un lío morrocotudo… o no tanto. Hay aquí un engaño bien pergeñado… astuto y ladino. Vamos a ver, se nos dice que la edición esta se va a desarrollar atendiendo los comentarios de los usuarios, imbuidos por una panglossiana ingenuidad en pos de la reunificación de los aficionados, cosa harto imposible, dada la nula compatibilidad de las ediciones presentes, y el salto generacional. De ahí que, conscientes de esta evidente dificultad, presente un núcleo de reglas y un programa de desarrollo de plazos cerrados y representen la pantomima de que la participación abierta del personal será considerada. Esto está ya cocinado me temo, y la representación continuará, con giros teatrales efectistas controlados cuando un cambio sugerido cuadre con el programa de desarrollo cerrado. Fait accompli. Salvando al tonto a las tres de Forbes, el resto del mundo no hemos tenido la oportunidad de ver ese núcleo misterioso de reglas primigenias… ¿podremos hacerlo en el futuro?, ¿podremos los nacionales de otros países ajenos a EEUU, licenciatarios de la casa madre mediante, disponer de ese playtest para elegidos molones?, ¿desarrollará la licenciataria española de D&D alguna actividad en este sentido? y ya puestos… ¿se informará ahora de cómo quedará cuarta y lo que queda por publicar y si se va a publicar? Sí, si lo que se declara es que esta edición la hacemos entre todos, y que todo Dios tiene voto, la forma de hacer las cosas es ésta: disponer de ese núcleo iniciático de reglas y empezar a participar, por vías diversas, y entre todos, en el desarrollo del juego. Como esto es una entelequia falaz, pues nada, el pavo de Forbes y cuatro más. Pero… hay otras opciones, por ejemplo, hacer lo que Joseph Goodman y lanzar una versión de prueba de su juego de rol en ciernes de Dungeon Crawl Classic gratis para toda la peña. Aprenda señor Mearls, el camino a seguir… pero qué demonios, a este tío lo tienen que echar a la calle, como responsable directo de esta situación, junto a los directivos de Hasbro.
Bueno, hablaré mucho más sobre todo este tema, ya que me interesa sobremanera, pues no en balde D&D es el juego de mi vida, y me preocupa su estado. Tal vez esté desbarrando, y finalmente me sorprendan con un juego de la leche, compatible con antaño y que recupere las sensaciones que hemos ido dejando los aficionados en las cunetas de nuestras vidas dungeoneras. Todo se andará e iremos sabiendo más cosas sobre el tema, aunque me da que todo esto llega tarde y mal. Pero todo puede arreglarse y empeorar, claro. Es que… tengo esa desagradable sensación de que estos tipos no tienen ni idea de lo que hacer con nuestro amado juego, y se está organizando un totum revolutum de padre y muy señor mío. Faltan buenas ideas, tener algo original y desarrollarlo con ambición, pericia y arrojo, cualidades que no sobran y no adornan a estos señores, qué quieren que les diga. Y voy a parar de hacer sangre con este tema, porque no está en mi ánimo, pero es que todo este asunto de cuarta, Essentials, ¡en sólo dos años! y ahora esto, se me antoja como una puñalada trapera y poco ética a todos los aficionados a D&D que se decidieron, honradamente, a pasar a esta última edición e invertir su dinero. ¿Recuerdan qué caso se hizo al feedback que recibieron, poco, muy poco, dicho sea de paso, para su cuarta edición? Yo se lo digo: ninguno. Las prisas no son buenas consejeras, nunca.
Por cierto, hablando de arreglar, ¿cómo leches van a arreglar lo que le han hecho a Reinos Olvidados? Lanzará una bomba termonuclear para hacer tabula rasa y volar, vía Spelljammer, rumbo a Greyhawk?, ¿quién gobierna hoy el ducado de Karameikos?
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