El otro día, hablaba yo sobre el retraso en la reedición de la primera edición del mítico AD&D de la mano de Wizards. Como se dijo, su estreno editorial se ha atrasado al mes de julio, con las consiguientes consecuencias. Entonces no caí en la cuenta de que ésta novedad, aún siendo una reedición de un viejo y glorioso conocido, vendría a coincidir en el tiempo con la puesta de largo del esperado DCC de Goodman Games. Debe reconocer que, al caer en la cuenta, no pude evitar atar algunos cabos, maliciosamente, y barruntar que todo este retraso tendría algo que ver con esto. Tal vez una jugada para eclipsar o quitar protagonismo a este juego que, quizás… y sólo quizás, podrá, a su vez, arañar algo de público al polémico D&D 5ª edición en ciernes.
Sea como fuere, está claro que Dungeon Crawl Classics RPG va a ser uno de los bombazos de la temporada, en mí opinión, el juego del año, sin duda alguna, y el que esperamos con más ansiedad. Y la verdad es que están haciendo las cosas bien, como no gusta a nosotros: siendo transparentes, cercanos, amables y abriendo el juego a otras editoriales para que vayan preparando módulos de aventuras para complementar al básico una vez salga. De tal manera que, junto a las aventuras ya diseñadas por Goodman Games, más estas otras creadas por third parties, tendremos, nada más aterrizar el juego en las estanterías, un buen montón de aventuras para ir tirando, cosa que es estupenda.
Tengo la impresión de que WoTC se ha percatado últimamente de que los jugadores del OSR tal vez no sean una parte importante del mercado en número, pero sí en volumen de compras. Y es que, por lo que he conocido, los fans del OSR tienen ya cierta edad, lo que les permite adquirir más material del que posiblemente vayan a jugar en sus vidas.
Creo que el miedo de WoTC (y esto es suposición pura y dura) no es tanto que DCC les vaya a robar ventas de su quinta edición, sino algo mucho peor, ¡que les vaya a robar el corazón de los aficionados! Puede parecer una tontería, ya que Goodman no es una gran multinacional, pero basta ver la popularidad de Pathfinder o el éxito de algunos retroclones para ver que esto no es tan descabellado.
¿Y por qué son tan importantes estos fans? No solo porque adquieran productos (es posible que siguieran adquiriendo cosas de la quinta edición por puro coleccionismo), sino porque son los que más se mueven en blogs, webs, fanzines y convenciones. Son los que tienen más posibilidades de llamar la atención sobre un juego, y eso significa atraer a nuevos jugadores.
A mí personalmente me da igual quién se lleve el gato al agua siempre y cuando eso vaya acompañado de un buen producto.
Pues si, seguramente teneis razón, y Wizards esté tratando de cubrirse las espaldas en la "competición" contra el DCC, porque son así de paranoicos; y pongo competición entre comillas porque creo que la aceptación del DCC biene muy bien representada en el último post al respecto de Grognardia, donde muchos veteranos conciden con James en que el juego se lo compran fijo por lo que es, sin necesidad explícita de realmente jugarlo. Todo ello atiende a una filosofía, curiosamente, no consumista del rol, porque no se compra más de una "brand", sino más de diferentes propuestas.
Aparte de todo ello, si, el DCC es una pasada, el juego del año, sin duda, aunque tristemente la mayor parte de la comunidad rolera no lo entenderá así por tneer su capacidad crítica subsumida al bombardeo mediático de "los grandes".
Por mi parte, sí que voy dirigirlo, sin duda. Presiento que me va a dar más satisfacciones que las versiones originales de mi adorada genuina "brand" que tdos conocemos. A ver, a ver…
Eso si, cuando nos llegue el manual, porque dirigir con pdfs ni borracho.
Hombre, consumista sí que es la mentalidad de muchos compradores Old School, porque el consumismo es justamente adquirir productos que vamos a "consumir sin necesidad", en este caso que vamos a leer o poner en una estantería sin por ello querer jugarlo.
Que compre todo lo que sale de una "brand" concreta no evita que eso sea consumismo. Por poner un ejemplo, si yo me comprase todo lo que pudiese de pop español, y sólo de pop español, independientemente de que lo vaya a escuchar más de una vez o no, estaría siendo consumista. Que tenga cinco cochazos en mi garaje, y todos sean mercedes, sigue siendo consumista.
Lo bueno de lo Old School es que nos permite ser consumistas y gastarnos relativamente poco dinero 🙂