Aventuras en la Marca del Este es un retroclón de Dungeons & Dragons Basic, edición Mentzer (publicado en España por Dalmau Carles y hoy descatalogado y muy difícil de cosneguir). Sí, ya sé que esto es algo hoy público y notorio, pero no está de más reincidir en ello, pues muchos son los que se han incorporado a esta gran familia que es la Marca sin tener ni idea de qué diántre es, o mejor dicho, era D&D Basic. Muchos nos han preguntado el por qué de esta decisión y la respuesta es siempre la misma: porque es el sistema que nos inició en esta afición que tantas satisfacciones nos ha brindado. Fue nuestro primer juego de rol, aunque no el que más horas ha ocupado nuestra mesa de juego, cuyo honor corresponde a AD&D. La historia de nuestro fortuito encuentro con ésa primera caja roja quedó constatada, in scriptis, en el prólogo de la caja roja, y sucedió tal cual se reseñó en el mismo. No es una historia edulcorada o adaptada sentimentalmente, sino reflejo de la realidad tal cual aconteció. Lo demás es… historia, nuestra historia, y eso es algo que para bien o para mal ha condicionado todo este lío de Aventuras en la Marca del Este. 
Con esto que digo, se preguntarán si hay algo de nostalgia en el trasfondo de esta decisión, y yo les digo que sí, indudablemente, pero no en el trasfondo, sino a flor de piel, en la superficie, en el corazón y la sangre que anima esta realidad. Aventuras en la Marca del Este es obra de la nostalgia de una juventud que se nos ha ido. La Marca es la añoranza de esos días de verano de juegos, dados y refrescos en una mesa frente al mar, con días de asueto por delante con la única meta de disfrutar de la amistad. Aventuras en la Marca del Este es y representa la ilusión de niños, la despreocupada pulsión adolescente por la aventura, el riesgo y lo desconocido. Es un canto a la fantasía en su estado más puro y libre, ausente de egoísmos. Éso y sólo éso es lo que nos movió a crear aquella primera edición de nuestro juego. Nunca hubo, entonces y ahora, una razón económica, más allá de intentar recuperar lo invertido, y en su caso, invertir lo poco ganado en el mismo juego. Bien saben que es mucho trabajo el necesario para sacar todo esto adelante, y mucho más cuando, como se podrán imaginar, no supone ingreso importante, y es nuestro sustento otro bien distinto, aquel que conseguimos en el desempeño de nuestras profesiones y trabajos que en nada tocan a esta afición nuestra. Con todo y eso, este sigue siendo un proyecto pequeño, con una visibilidad social muy restringida, dentro de un nicho lúdico muy particular. Es poca cosa, lo sabemos, pero bien orgullosos que nos sentimos y mientras nos queden fuerzas, estaremos ahí detrás, apoyando esta ilusión, este reflejo de nuestra infancia eterna. 
Por todo ello, cuando nos dicen por qué no hemos cambiado esto o lo otro, o que el sistema es viejo y mejorable, que si la CA negativa o las razas como clases… ante todo eso, siempre respondemos lo mismo: sí, puede ser, pero este es el juego de nuestra infancia, con aquellos cambios que le implementamos cuando jugábamos. Y lo hemos hecho así, tal cual, porque Aventuras en la Marca del Este representa los dorados veranos de nuestra niñez. Así de cándido es, puede que pedante o afectado, pero así es. 
Además, el juego es tan sencillo que admite cualesquiera modificación que queráis hacerle. Se puede cambiar todo y la esencia del juego no se verá alterada. Se trata, en definitiva, de una tirada de 1d20 más modificadores. Cambiad las razas, la CA, las tiradas de habilidad, lo que se os antoje, y no se trocará lo esencial: la exploración. Recordar que éste juego es primordialmente exploración, más incluso que combate. 
Si sumamos a esto la cantidad de material adaptable que hay disponible para el juego original y éste en particular, con una herencia editorial forjada en la misma génesis de este hobby, descubrirán cuán rica puede llegar a ser esta experiencia. Aventuras en la Marca del Este es ya tan vuestro como nuestro, y confiamos en que, en vuestras manos, pueda llegar a ser algo memorable, algo que podáis recordar un día… mañana, dentro de muchos años. Será el mejor regalo, sin duda, porque habrá conseguido lo que nuestro amado D&D consiguió otrora con nosotros: ser parte de vuestra juventud. De estos años dorados que vuelan para nunca volver. 
Seguiremos aquí, como parte de esta gran familia que somos, no sé por cuánto tiempo. Y mientras continuaremos aportando cosas, creando y escribiendo en lo posible, siempre atentos para ir un paso más allá. En este orden de cosas, estamos preparando algunos proyectos de colaboración que, muy posiblemente, fructificarán en breve y podremos anunciar. Uno de ellos me ilusiona especialmente, porque sé que el resultado será fantástico. Muy pronto podremos decir más cosas. Hasta ese momento, ya saben: apresten su equipo, afilen sus espadas y escudos, pues hay un mundo ahí fuera por explorar… ¡¡¡a qué esperan para empezar!!!
Por cierto, acabo de descubrir una vieja caja conteniendo un buen montón de horas de juego grabadas en casetes de cinta de nuestras sesiones hará eones. De hecho recoje la sesión de juego de El Palacio de la Princesa de Plata, módulo editado por Dalmau. ¡Somos nosotros de niños!… lo que les decía, y tengo docenas de casetes grabados. ¿Cómo puedo hacer para pasarlos a MP3 para compartir todo esto con ustedes y colgar las grabaciones aquí? Podríamos incluso grabar un CD y meterlo en alguna de nuestras cajas como añadido. ¿Qué les parece?
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