De un tiempo a esta parte, uno no para de leer comentarios al uso en algunos de los blogs más reputados del movimiento OSR, que tratan sobre el declive del mismo, incluso su muerte como tal, dados los últimos acontecimientos acaecidos en la industria de un tiempo a esta parte. Sólo tienen que poner las palabras OSR is dead en Google para obtener un buen montón de estos interesantes comentarios -unos más que otros, empero-.
Me ha llamado la atención este tsunami, aunque en cierto modo lo comprendo, pues todas las noticias que se han dado de un tiempo a esta parte han inquietado a muchos aficionados. Me refiero al anuncio de Wizards sobre su viejo catálogo de TSR, el cual parece que volverá a estar disponible en formato electrónico en no mucho tiempo. Cuando hablo de viejo catálogo, me refiero a toda la historia del hobby en lo que a D&D toca. Dicho anuncio se formuló en la pasada Gen Con (Matt Fich habla de ello en su blog), y viene a sumarse a otros movimientos del monstruo Hasbro/Wizards en este sentido, como la reedición de los básicos de AD&D y D&D 3.5; incluso el diario de diseño de D&D Next, polémicas aparte, muestra a las claras una intención por parte de la empresa de retornar a tiempos pasados para rescatar parte de esas maneras tan propias del old school, aunque está por vez qué sale de todo eso.
En fin, hay algo que no termino de comprender y es el hecho de que se tenga a la OSR como algo estructurado, como una especie de sociedad creativa cohesionada, cuando no pasaba de una comunidad más o menos conectada de gente, ya talludita en la mayoría de las ocasiones, que trataban de recuperar algo de las sensaciones de antaño. Este movimiento, desconectado y difuso en un principio, nace con la iniciativa de algunas personas que, gracias a licencias y herramientas como la OGL o SRD, comienzan a crear material compatible con las viejas ediciones de D&D. Mucho de este material era gratis en sus inicios, o se podía adquirir a precios muy asequibles, gracias al Print on Demand, etc. Es esto curioso, porque entonces y ahora, en Estados Unidos en especial, había y hay mucho material original de D&D que se puede encontrar, a poco que se busque, a buen precio, quitando las dos o tres joyas de precio disparatado. Es decir, más que el mero afán de lucro, existía un deseo intrínseco para con todos estos autores de rescatar un estilo de juego, más simple y directo, del que se instilaba en las últimas ediciones de D&D (por aquel entonces, 3.0/3.5). Si prestamos atención, caeremos en la cuenta de que el anuncio de Wizards de liberar su catálogo puede interpretarse como un ataque a este movimiento, pero nosotros lo vemos como una oportunidad, algo de lo que habíamos hablado ya en otras ocasiones, pues resultaba entonces un sueño poder acceder de forma libre a este material, aunque sea en formato electrónico. Además, buena parte de dicho material aún se puede encontrar en físico. Inteligente sería que comenzaran con los módulos de juego, ¡las aventuras!, para proseguir con los suplementos y reglamentos. Y recalco que es una oportunidad porque pondrá otra vez en circulación toneladas de aventuras, que pueden jugarse con el reglamento que el aficionado, soberano él, desee o tenga disponible. Dada la compatibilidad entre los diferentes sistemas de reglas OSR, pues la verdad es que poco importa cual.
En esta línea interpretamos la reedición de los viejos manuales básicos de AD&D, otro movimiento inteligente por parte de la empresa aunque, no se engañen, inmerso en la planificación, a mi modo de ver, de promoción de la próxima edición de D&D. No alberguen duda alguna de que el futuro de toda iniciativa anexa al juego, dependerá del resultado de D&D Next, una vez se ponga a la venta. Si el juego es bien acogido, las consecuencias pueden ser muy diversas, tantas que no me atrevo a vaticinar. Y de la misma manera si resultara un fiasco. Digamos que D&D Next es una espada de Damocles que pende sobre todo fan de D&D de manera inopinada. Nadie sabe qué ocurrirá después.
Volviendo a la OSR. ¿A qué tanto revuelo con el tema de la muerte o no de este movimiento? En fin, es sencillo, ha pasado el momento en que la gente publicaba y creaba sin afán de lucro, sin más planes de futuro ni estructura. Desde hace un tiempo, algunas personas comenzaron a crear un nicho comercial, un remedo de industria naciente, muy focalizado y determinado, pero con algún potencial. Han surgido nuevas herramientas como el crowdfunding y demás y se han multiplicado las propuestas. Como siempre, muchas perdurarán y otras perecerán, de ahí la inquietud que emana de los movimientos de los grandes actores de esta industria, como Wizards, que se interpretan como una amenaza (infundada, creo yo) a un modelo de negocio creciente pero limitado y condicionado en sus expectativas. No hay más que eso.
Pero bueno, para nosotros el OSR, una renacimiento que se nos ha vendido de forma algo pomposa, no va más allá de rescatar viejas sensaciones, dejando aparte nuestra trayectoria editorial bien conocida por todos ustedes. Nosotros creemos haber conseguido nuestros propósitos, con creces además. Bien es cierto que las circunstancias de nuestro país para con las primeras ediciones del juego que emulamos son muy diferentes, porque la distribución de la caja roja original por Dalmau fue limitadísima (las cifras de 25.000 cajas que he leído por ahí, son falsas de todas todas hasta que alguien, con datos fiables en la mano, me saque de mi error). ¿Cuál es el futuro para nosotros, como integrantes del OSR? Pues no tengo ni idea, y tampoco es algo que me quite el sueño, ya que, prácticamente, no sacamos nada de todo este lío más allá de la satisfacción de ver publicado un juego que es, en esencia, puro old school, entendiendo por old school, un estilo de juego desenfadado y divertido, tremendamente imaginativo, sencillo y directo.

¿Ha muerto la OSR? Pues no, ya que nunca desapareció ese estilo de juego, ni los viejos manuales, ni esas aventuras clásicas geniales que permanecen vivas en el imaginario del aficionado. Más allá de meras etiquetas, D&D es algo ya atemporal que permanecerá junto a nosotros por encima de modas y tendencias. Todo lo que ocurra a partir de ahora, provenga de la industria o del aficionado, sólo redundará en su beneficio y refuerzo. Así que, Wizards, bienvenidos al OSR. Se os echaba de menos.

Y saben una cosa, tras escribir esto me marcharé a jugar con mis amigos, como cada lunes desde hace más de dos décadas. Jugaremos a D&D, o Labyrinth Lord o Swords & Wizardry o Aventuras en la Marca del Este, Trasgos & Mazmorras o como coño queramos llamarlo, con o sin bikini de cota de mallas. Siempre hemos jugado a lo mismo, y jugaremos hasta que podamos, justo ante las puertas del mismísimo Infierno (no esperamos ir al cielo) y que me aspen si miento. A estas alturas de nuestras vidas, es lo único que ya nos importa: jugar y jugar. Estamos juntos y no tenemos miedo a nada, aunque ofrezcamos una triste estampa. Somos los Aventureros Errantes de la Marca del Este.

Wizards, bienvenidos al OSR… ¡aquí se viene a jugar! Fuck da’police, fuck yeah!!!

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