Llega un momento, cuando haces cualquier cosa, que te paras por un segundo y miras en derredor. Es entonces cuando te asaltan las dudas y pierdes el ánimo, que se escabulle de retorno a la seguridad de lo cotidiano. Llevar a cabo un proyecto no es algo de común, de diario, porque hacemos jornada a jornada lo que nos sostiene y todo lo demás es extraordinario (y con más motivo aún cuando aquello en lo que porfiamos no deja de ser un propósito de aficionado… y tanto). También miras a atrás, y consideras lo que has hecho para llegar donde estas, terminando uno por conjurarse a fin de no cometer errores.
Pero estando aquí, con todo lo pasado, merece la pena seguir trabajando para volver a empezar. ¿Qué necesidad tenemos? Bueno, en realidad ninguna, porque esto no nos supone ganancia alguna, más bien a la contra, ya que desde que decidimos emprender esta locura no hemos hecho más que perder dinero… o moverlo de un sitio a otro en el mejor de los casos, catástrofes a un lado (que supongo no tendrán parte, más allá de la fortuna y el azar). Y siendo así, dijimos en su día: pues siguamos moviéndonos. Como asociación sin ánimo de lucro, cultural, reinvertiremos los frutos de nuestro trabajo en más trabajo, siendo lo justo. Si no nos da para más, ya buscaremos fórmulas para seguir adelante y poder completar Walküre. Y si con esas tampoco conseguimos llegar a buen puerto, barajaremos otras posibilidades,  pues quizás otros puedan hacer lo que nosotros no pudimos. El caso es conseguir publicar este juego y no rendirnos nunca hasta completar el trayecto.
Así que aquí tienen nuestra hoja de ruta:
1) De los exiguos fondos de nuestra asociación (en exclusiva derechos de autor de la Marca y nuestras cuotas) iremos costeando todos los gastos que vayan surgiendo en el desarrollo del juego, principalmente pagar las ilustraciones a tocateja, como estamos haciendo hasta ahora. Esto incluye aportaciones particulares de algunos de nuestros compañeros, aparte de las cuotas muy reducidas, todo sea dicho.
2) Una vez que tengamos el reglamento y ambientación acabados (cosa que sucederá pronto) y podamos contabilizar el número de páginas con más o menos precisión, comenzaremos a recabar información sobre costos de impresión y demás, computando costes derivados de maquetación y el resto de ilustraciones (que no necesariamente deberán estar finalizadas a esta altura del proceso). Una vez sepamos el dinero que nos resta para conseguir publicar el libro, quitando las aportaciones realizadas hasta la fecha, que no serán pocas, estimaremos el dinero que precisamos y comenzaremos a valorar las opciones de financiación de las que podamos disponer: desde la financiación bancaria tradicional (cosa harto complicada según la tesitura económica del país), hasta otras opciones como el crowdfunding. Evidentemente, como hasta ahora, aplicaremos la máxima transparencia en este proceso, publicando los gastos acometidos así como los devenidos.
3) Si, realizados los dos pasos previos, no conseguimos financiar el proyecto, entonces podremos considerar otras opciones. Porque, como decía, otros podrían recoger y finalizar este proyecto donde nosotros fallamos, me refiero a editores profesionales, siempre y cuando alguien esté interesado, obviamente, pues puede que nadie lo esté porque nosotros lo hayamos llevado rematadamente mal. 
En fin, llegados a este punto, muy posiblemente el juego terminaría por morir y convertirse en un sueño imposible… aunque dicen que nada es imposible.
Bueno, esto es la realidad tal cual es, como la vemos nosotros, sin más adorno, y así lo contamos.
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