Esta semana ha sido un poco particular, porque en lugar de jugar el lunes habitual lo hicimos el miércoles. Pudimos disfrutar como siempre, enfrascados en el clásico de TSR (división británica) Beyond the Crystal Cave. Si les digo que en toda la sesión, de unas tres horas, no tiramos un solo dado, ¿me creerán? Pues sí, es cosa del módulo de marras, que es muy sui géneris, con mucha investigación, interacción y demás, para que luego digan que somos una panda de cafres saqueadores. Es lo que tiene la vieja escuela, que todo lo que vino después ya lo habíamos inventado con D&D. Y no crean que estoy efectuando cambios de entidad al módulo, que lo estoy usando tal cual… aunque debo admitir que le he encasquetado un añadido muy interesante, que no hace más que completar la que ya de por sí es un estupenda y entretenida experiencia de juego.
Vamos con las fotos habituales. Arriba pueden ver a Fran, intentando aclararse con las notas de Salva, que no pudo venir finalmente. La botella de J&B, las cervecillas frescas y la Coca Cola, presiden la mesa, junto al batiburrillo de dados habitual y las patatuelas.
Aquí abajo pueden ver el cutre mapa del Cristóbal, cartógrafo seleccionado por los compañeros para mapear esta aventura.
 

Comienza la narración, con un servidor a los mandos.

Manolo presta atención, como casi siempre, mientras Mateo aparenta abstraído y Fran sigue sin enterarse de las notas de Salva. Ah, también faltó Jose Luis.

En fin, me pasé las tras horas narrando situaciones y localizaciones muy extrañas, que abundan en esta aventura genial, especialmente la famosa Crystal Cave y su curiosa cascada de agua ralentizada. Se nota lo extraño que aparenta todo, según lo describo, en la expresión de Sibi y Fran.

Están como alucinados… será el J&B.

En fin, la verdad es echo la vista atrás y me doy cuenta de la cantidad tan abultada de crónicas de sesiones de juego que ya hemos publicado en este blog. Y sólo llevamos haciéndolo desde que efectivamente dimos inicio a este rincón en la web, imaginen los otros cientos de sesiones de juego que hemos disfrutado en estos más de 20 años jugando juntos. Sin duda, este tipo de entradas son las que más me satisface completar, porque quedan como una prueba fehaciente de nuestro cariño por este hobby, y especialmente nuestro juego de los amores, D&D. Queda reflejada en estas fotos una parte importante de nuestras vidas, de nuestra amistad y compañerismo, que quizás sea lo más relevante de todo. Y es más, seguiremos haciéndolo hasta que podamos, por muchos años, creando una auténtica historia visual de un grupo de locos jugadores empeñados, pese a todo, en juntarse por unas horas cada semana y jugar.
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