Bueno, no hace falta que les diga cuán contentos estamos, por todo lo acaecido esta última semana. De una parte, tenemos el exitoso Kickstarter norteamericano, tan magníficamente gestionado por los chicos de Extra-Dimensional Publishing, con David, Ángela y Pablo a la cabeza. Si les soy sincero, tenía mis dudas al respecto, pues el mercado estadounidense está saturado de juegos similares al nuestro, sino prácticamente iguales, dada la cantidad de retros habidos y por haber, pero finalmente se consiguió, superando incluso la cantidad requerida, algo que ayudará a nuestros compañeros, sin duda, y les dará confianza para lo que venga. Estoy seguro que es el inicio de una relación comercial y creativa, que deparará más trabajo y oportunidades para ambos, toda vez que el mercado norteamericano es, si cabe, el más importante en lo que a juegos de rol se refiere, por eso creo que es capital pensar de manera global, con productos de calidad que puedan encontrar cabida allí, de una forma u otra, aunque es algo que resulta complicado, costoso y requiere mucho trabajo y contactos.
Y en esta línea, con esta filosofía, nace Walküre, o nació, ya hace su tiempo, pues es un objetivo, un juego, un concepto que habíamos vislumbrado mucho tiempo atrás. Conforme se avanzaba con Aventuras en la Marca del Este, un juego contenido y realista en sus pretensiones, fruto, como ya se ha dicho muchas veces, de la pura nostalgia por nuestros inicios en la afición, Walküre crecía a la par, ya convencidos de sus posibilidades, mientras empeñábamos esfuerzos serios en el mismo, reservando ya una parte importante de las aportaciones de los compañeros más lo recibido estos años gracias a la Marca. No es mucho dinero, pero todo ha ayudado a conseguirlo… bueno, a ponerlo en marcha, que ya veremos cómo acaba todo. Creemos que la impecable creación gráfica ayudará a mejorar las posibilidades del juego en otros mercados, así como su ambientación y sistema. Tal vez nos hayamos excedido, estemos equivocados o seamos unos primos, sólo el tiempo lo dirá. Pero sea cual sea el resultado que nos depare esta nueva aventura, el esfuerzo invertido, incluso el dinero, aún fracasando, habrá merecido la pena, pues uno siempre tiene que apostar algo para emprender la carrera en pos de sus sueños e ilusiones, y el que así no lo haga, para bien o para mal, nunca podrá dirimir la cuestión inherente al hecho en sí.
Como digo, quizás hayamos pecado de prudentes en el diseño de la campaña de crowdfunding que se está llevando a cabo desde este pasado viernes, pero hemos primado la prudencia por encima de otros conceptos. No creemos que el número de participantes finales sea mucho mayor que 300, de ahí nuestra contención. ¿Podríamos haber aspirando a un número más elevado de posibles ejemplares vendidos, por número de participantes, incrementando el precio objetivo en varios miles? Pues sí, claro que sí, pero corriendo un riesgo que se nos antojaba excesivo, toda vez que buena parte del gasto efectivo en el apartado gráfico y complementario (web, videos, etc) no era consignado a la cifra meta, esos 13.000 euros. Y esto ya es poco ortodoxo, porque la forma natural de hacer las cosas exigía incluir el dinero íntegro ya aportado antes del lanzamiento con el remanente, para una cifra total de unos 22.000 euros, suponiendo que hubiéramos conseguido un precio por ejemplar de 9 euros para imprimir 1.000 ejemplares en una primera tirada… y consignando de forma íntegra los 8.000 euros de ilustraciones. En fin, tal vez marremos en esto, como hemos fallado en muchas otras cosas, pero a nosotros, una cifra tal cual 22.000 o incluso 20.000, nos produce algo de vértigo. 
Si les soy sincero, nos hemos guiado por la campaña de La Puerta de Ishtar, adaptándola a las propias características de nuestro proyecto. Hemos observado cuánto dinero recaudó, cuántos mecenas reunió y cuáles eran sus recompensas y costes. Y lo hemos hecho, porque la tenemos como una campaña modélica, que aporta mucha información sobre la cantidad real de mecenas que hay disponibles para captar, en un mercado nicho tan diminuto como son los juegos de rol. El trabajo de Rodrigo, supone a la fecha, la información más fidedigna posible, y a la misma nos hemos ajustado. No hace falta que les recuerde que no somos una editora, y hacemos las cosas como lealmente entendemos resulta más eficiente y mejor. No tenemos las herramientas y conocimientos de los profesionales, aunque admito que hemos aprendido mucho estos años, a base de preguntar, observar y curiosear.
El precio PVP de Walküre es de 45 euros, 50 en las recompensas con los gastos de envío ya incluídos. ¿Es caro? Sí, es caro, lo sabemos, pero no es más caro que otros libros similares editados en tiradas mucho mayores y producidos por editoras profesionales, incluso es más barato. Y Walküre dispondrá de arte de mayor calidad que algunos de dichos libros, al menos en nuestra opinión, que ya esto es cosa de gustos. Y no sólo arte, sino contenido y sistema. Y esto se ha conseguido a base de reducir casi a cero el beneficio neto por ejemplar. Si pudiéramos procurar más cosas para abaratar el coste, las haríamos, pero milagros no podemos… por ahora.
¿8.000 euros es una cantidad alocada para ilustrar con calidad un juego de rol? Pues nosotros creemos que no, a tenor del tremendo trabajo que supone realizar estas ilustraciones y su inherente calidad y cantidad. Cualquiera que esté al tanto del coste hora trabajo de reputados artistas profesionales e ilustradores, verá la cifra propuesta, para un libro de este tamaño, con la portada, hasta las guardas ilustradas, como natural y realista. Otra cosa es que uno prefiera los libros con más o menos ilustraciones, o tenga el aspecto gráfico como secundario. Aquí ya no me meto, porque entra en el campo de las filias y fobias personales de cada cual, y todas son respetables.
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