Este año, al fin, he podido acudir a las muy populares jornadas Tierra de Nadie, que se vienen ya celebrando por más de una década en Mollina (Málaga). Si les soy sincero, yo no soy una persona de jornadas, la verdad, y sólo he hecho por acudir desde que comenzamos con nuestra aventura editorial de la Marca del Este, con la intención de promocionar el juego en lo posible y trabar contacto con los aficionados y amigos dispersos por toda España. Cierto es que no tengo oportunidad de recalar en más de un par de citas al año, como mucho, por muy diversas razones, y es una lástima. Además, para estas ocasiones, no suelo jugar mucho, pues prefiero fomentar mi red de contactos, hacer relaciones públicas y conspirar con los amigos. Quizás sea esto lo mejor de estas citas: las charlas y chascarrillos en un ambiente desenfadado y abierto.

Algunas de nuestras criaturas en las jornadas, incluyendo la caja roja de la Marca en su versión yankee, Walküre, y una muestra de Jerhest, el setting steampunk para la Marca de David «Arkerion» y compañía
Bueno, primero de todo me gustaría agradecer a los organizadores el trato dispensado (en especial a Carolina y Rafa), su afabilidad y magnífica acogida. El alojamiento y las facilidades han sido de primera, algo que no olvidaremos. No creo que sea necesario abundar en la fabulosa organización de este enorme sarao, con centenares de partidas de rol y mesas de juego repartidas por varios pabellones y salas comunes, todo ello coordinado de manera notable, aunque pudieran surgir algunos problemas, por otra parte normales e inevitables, dada la cantidad de asistentes a este acontecimiento, que se cuentan por millares, entre los alojados en las instalaciones del Ceulaj, más otros muchos dispuestos en los hoteles y campings cercanos, tiendas de campaña del propio recinto, más todos los visitantes ocasionales. Como les he dicho, yo me alojé en uno de los pabellones del Ceulaj, en régimen de pensión completa, almorzando, comiendo y cenando con un servicio de catering adecuado a las circunstancias. 

Un servidor en plena presentación de Walküre

Antes les decía que, incluso por encima de los eventos organizados, partidas, roles en vivo (un buen montón de ellos, por cierto) y mil cosas más que acontecen en estas citas, lo más importante y divertido es conocer y reencontrarse con viejos amigos. No citaré a ninguno de ellos, por evitar aquello de olvidar a alguien, cosa muy probable, dada la cantidad de gente con la que he podido charlar e intercambiar pareceres. Por supuesto, he pasado muy buenos ratos con un puñado de compañeros con los que congenio mejor.
Aparte de esto, la única actividad que tenía prevista era la presentación de Walküre, que se desarrolló mejor de lo previsto, con una buena asistencia. Lo mejor de todo, si cabe, fue la charla coloquio posterior, que derivó en muchos y diversos temas, y donde buena parte de los asistentes pudo participar en libertad, aportando interesantes ideas al debate improvisado.

Si bien no pude participar en ninguna partida de rol, aunque acudí a un par de ellas, muy indies por cierto, como oyente, para descubrir que, indies y todo, siguen jugando a lo mismo que yo con mi D&D. Ahora es cuando digo aquello que hoy, lo indie, lo verdaderamente indie, es jugar old school. Es decir, ahora como antes, ya no valen estas etiquetas, salvo para aquellos que como un servidor las mantenemos para chinchar, sin maldad, al personal. Que cada uno juegue como quiera y Gygax reine sobre todos.
También probé un juego de mesa, la versión española, de la mano de Edge, del Diskwars. Puedo decirles que me encantó el concepto del mismo, sus componentes y mecánicas sencillas. Tal es así que creo que, una vez llegue a las tiendas, acabaré por comprarlo.

Probando el Diskwars con Albert, Ignacio y el gran Valver

De igual manera pude probar el juego de cartas de Espada Negra, y asistí en directo a su torneo por parejas, lleno de emoción. Además, y es algo que quiero agradecer a sus responsables, en especial a Verion, pude echarle un ojo a su juego de rol, que ya conocía antes, incluyendo la portada, que me mostraron en primicia. Es una pasada la cantidad de ilustraciones que tienen, y la portada es soberbia. Es un juego fabuloso que merece mucha más atención de la que ha venido recogiendo. Esperamos verlo muy pronto publicado. Destacaría también la honestidad creativa de esta gente, y el carácter artesanal y esmerado de todo lo que hacen. Cosas así merece la pena reseñarlas.

Con los Hermanos Juramentados de Espada Negra
Una de las tres mesas donde se desarrolló el torneo de Espada Negra
La verdad es que pasé mucho tiempo en el polideportivo, donde había una ambiente genial, amén de las tiendas, en especial Tesoros de la Marca, con nuestro amigo Eduardo a la cabeza. A nosotros nos conviene estar por allí, por aquello de estar accesibles cara a firmar algún posible ejemplar de los que estaban a la venta, y lo cierto es que firmamos unos cuantos, ya en la presentación de Walküre como en el pabellón, y no sólo Walküre, sino cajas de la Marca y nuestro querido Saqueadores de Tumbas.

Un servidor firmando un ejemplar
Magnífico ambiente en el pabellón
También estaba por allí el bueno de Cristóbal firmando y alternando, aunque el sólo pudiera acudir el sábado. Lo suficiente para dejarse ver, hacer compañía y que él y yo pudiéramos hablar largo y tendido de todos nuestros planes futuros, cosas que iremos desvelando poco a poco en semanas venideras.

Albert, Crístóbal y un servidor echando un ojo a la caja estadounidense de la Marca
Ah, se me olvidada comentar que Eduardo, de Tesoros, y un servidor acudimos el viernes noche al podcast de Días de Juego, participando en el mismo, con Chuky y compañía.

En el podcast de Días de Juego
Y el sábado también participé en la macro charla o mesa redonda sobre el rol, invitado por la organización. La verdad es que no estuvo mal, pero creo que podría haber resultado mejor, con un formato algo más manejable, porque el número de participantes era muy elevado. Además, nos estancamos en la forma de encajar a las tiendas en los mecenazgos, cuando deberíamos haber avanzado un poco más allá para explorar otros aspectos de esta herramienta, cosa que resultó imposible por falta de tiempo. Algunas ideas más sobre todo esto las compartiré más adelante con todos ustedes.

La charla de marras
Bueno, y muchas cosas más que me dejo en el tintero, como los ratos de asueto fuera del recinto, tomando algún refresco, ya saben de qué tipo. Digo ratos, pero diría noches enteras, porque el sábado casi amanecemos allí, en el bar de Paco, ya famoso. Estos ratos de diversión extramuros son memorables, ya les cuento, con docenas de buenos amigos, todos juntos, en un ambiente distendido, con charlas interminables, bromas y chanzas.
Foto de clausura del evento, ayer domingo
Ah, en un par de días les hablaré de la idea que se me ha ocurrido para la próxima ocasión que pueda acudir a esta cita, presumiblemente el año próximo: un torneo de rol a la vieja usanza, con módulo puntuado y cronometrado. Ya les contaré. Es hora de rescatar este formato clásico y los módulos especiales de aquellas míticas Gencon primigenias.
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