Dungeons & Dragons es la partícula que da masa a esta afición nuestra, es el bosón de Higgs.
Hace ya casi un año, en julio de 2014, escribía yo uno de nuestros artículos de opinión, donde trataba sobre la infame decisión de Wizards of the Coast de no permitir licencias de traducción para D&D. Por entonces, y es algo que si leen los comentarios de aquella entrada podrán comprobar, había muchos compañeros que opinaban que antes o después el juego sería traducido, directamente por la compañía estadounidense o a través de licencia. Algunos otros expresaban su opinión que si bien podía tratarse de una medida de presión por parte de Wizards para renegociar las licencias, también podría ser el principio de la liquidación de las mismas, apostando por asumir directamente las tareas de traducción, cosa harto improbable, a mi modesto entender. Bueno, pues una año después, no sabemos nada, salvo que el juego sigue sin visos de verse traducido a otras lenguas, mientras el catálogo de productos en los USA para la línea aumentan cada poco, con todos los básicos en la calle, suplementos y aventuras. Es decir, tiene toda la pinta de que nos vamos a quedar compuestos y sin novia, fruto de una peregrina e incomprensible decisión que algún lumbreras de medio pelo ha tomado vete tú a saber las razones. O lo que es lo mismo, por primera vez en más de veinte años, nos vamos a quedar sin D&D en español, cuando en todo este tiempo, si bien no todas las ediciones, sí hemos disfrutado de una versión de este juego, que pasa por ser el más popular de largo, el más afamado y reconocido, y el más jugado en todo el mundo. Está por ver cómo afectarán esta medida al propio D&D, e incluso a esta «industria» nuestra, si el día de mañana, alguien a nivel ejecutivo decidiera cambiar las tornas y volver a permitir licencias.
Sea como fuere, D&D ni está ni se le espera, viene a ser el elefante blanco del hobby, las camelias del general Armada, mientras esperamos que se presente en el Congreso, pistola en mano, para dar un puñetazo sobre la mesa. Si me permiten la disgresión, aun a riesgo de aparentar paranoico y que luego me regañen los lectores, todo esto no deja de ser paradójico, en la tan traída y llevada época de esplendor que anda viviendo el sector (intuyo que sólo crece de manera horizontal). Una edad dorada sin Dungeons & Dragons. Y sí, esto no deja de ser una pataleta, otra más de abuelo cebolleta, pero me van a perdonar y tener un poco de paciencia con este pobre servidor de ustedes.
A todo esto, ¿tendremos séptima edición de La Llamada de Cthulhu en España (ahora que su salida en los EE.UU es inminente), o seguiremos con la sexta? Ni D&D ni séptima de Cthulhu. ¡Viva! Sé que es pronto para la séptima de Cthulhu, pero me gustaría una confirmación oficial en la línea de: ¡sí, editaremos la séptima versión de CoC, antes o después! En definitiva, queremos una política de comunicación más fluida entres los aficionados y las grandes editoras. ¿Es mucho pedir?

Y como decía la canción:

Podéis tener 13th Age, Pendragón y los vampiros
Podéis tener mil ratones, mil ewoks, mil gamusinos
Podéis tener el EXO, Hitos y la Marca
pero al llegar agosto, ¡vaya, vaya!
Aquí no hay D&D
¡Vaya, vaya!
No hay D&D
¡Vaya, vaya! 
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