Otro año más, y una nueva edición de las jornadas Ludo Ergo Sum, que vienen celebrándose por estas mismas fechas, en la ciudad de Alcorcón en Madrid. Y como no podía ser de otro modo, hasta allí nos hemos desplazado, tal y como es ya costumbre en esta casa, pues hemos procurado asistir en los últimos años, siempre contentos, pues nos encantan estas jornadas por el buen ambiente reinante y la gran cantidad de mesas de juego consagradas al rol. También es bien cierto que las LES, como coloquialmente se las conoce, han crecido de manera exponencial en el último lustro, de tal modo que para esta ocasión han habilitado una carpa accesoria, colocada en la pista aledaña al complejo deportivo que acoge la cita. Esto ha propiciado que pudieran desplegarse más mesas de juego, para regocijo de los jugadores, pues todas las partidas estaban completas desde primera hora, con largas colas para inscribirse. Además de rol, estas jornadas solidarias tienen torneos y demostraciones de todo tipo de juegos de mesa, rol en vivo, stands de tiendas y un mercadillo, también, solidario, donde puede uno encontrar cosas la mar de interesantes, y del que cada año, me vengo con algo de vuelta a Lorca.
En esta ocasión sólo pudo acudir un servidor, pero lo pasé estupendamente, rodeado de buenos amigos y aficionados. Me resultó imposible dirigir ni jugar, aunque, si les soy sincero, lo que me gusta a mí verdaderamente en este tipo de jornadas es conocer gente, hablar e intercambiar pareceres con todo el mundo, aprendiendo en lo posible de todos los amigos que, como nosotros, acuden puntualmente cada año. Es decir, me gusta participar de los corrillos, la tertulia, las bromas y demás, chafardero que es uno. También aprovechamos la oportunidad para reunirnos con nuestros viejos amigos de Holocubierta, para hablar sobre la Marca y demás.
En fin, en cierto modo, las LES suponen para mí una especie de válvula de escape (aunque el viaje, y más aún cuando he de hacerlo solo como en esta ocasión, sea fatigoso) que me permite evadirme de la rutina de mi día a día y, al menos durante unas horas, divertirme departiendo con todo quisque, conociendo gente nueva y tomando, en definitiva, el pulso a este «mundillo» nuestro tan particular.
No citaré a todos los compañeros que he reencontrado o encontrado por vez primera porque de seguro que olvidaría a alguno y quedaría mal. Ya sé que es una frase manida, pero más lo es mi memoria. También me guardo las anécdotas, las confidencias y los dimes y diretes que son la salsa de la vida, y en concreto de cualquier jornada que se precie. Las personas, que no juegos.
Ahora no lo recuerdo, pero creo que el año pasado no hice reseña de nuestro paso por las LES, cosa que venía siendo habitual en anteriores años, y que aprovechaba yo para colocar algún vídeo musical de una canción que, por uno u otro motivo, había resultado relevante durante el viaje y la estancia. Volvemos a ello otro año más, para recuperar la costumbre perdida. Esta vez toca una canción de Eurythmics, que aparece en la BSO de la primera temporada de Los Soprano y que les aconsejo escuchar mientras leen y ven las fotos. Y aprovechando ya para decirles que, si nada lo impide, el año que viene nos volveremos a ver en las LES 2016.

¡Gracias a todos!

Y les dejo con las fotos de las mesas de juego durante el sábado y la mañana del domingo. Me marché al filo del mediodía y hace apenas un rato llegué a casa.

Y el vídeo de marras con la canción de estas LES:

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