Tal vez sea este uno de los juegos más complejos y realistas jamás creado. Phoenix Command tiene merecida fama, pues no en balde es quizás el sistema reglas más cercano para representar lo que verdaderamente ocurre en un tiroteo, considerando todos los elementos físicos y balísticos relevantas cara a resolver cada situación de combate donde se empleen armas de fuego. Si es esta una de sus principales virtudes, quizás sea también uno de sus mayores defectos, dado el grado de dificultad intrínseco en la reglas. Editado por la extinta Leading Edge Games, y escrito por Barry Nakazono y David McKenzie, fue publicado por primera vez en 1986, contado con un buen puñado de suplementos, incluyendo Living Steel, que alcanzó cierta fama. Hoy día, Phoenix Command subsisten a duras penas, poco menos que olvidado por el común de la afición, aunque algunos fans se resisten a dejarlo a un lado.

Vamos a echarle un vistazo a esta joya ochentera, pues creemos que merece la pena:

Como ven, la presentación del libro básico no podía ser más sencilla: cartulinas de portada y contraportada y canutillo. Muy… amateur. Pero lo importante de este libro es el contenido, no la presentación, aunque la portada no está mal, a todo color.


Tabla de contenidos completa.

Y capítulo uno, con el sencillo sistema de creación de personajes.

La cosa empieza a complicarse cuando toca el tema del armamento, punto fuerte del sistema.

En este extracto del capítulo, pueden ver algunos de los algoritmos usados en el sistema para resolver el daño causado por las armas. Entran en consideración muchísimos factores, incluyendo la velocidad del proyectil, distancia, coberturas, materiales, tipo de munición, factores ambientales, etc.

Aparte de un reglamento de rol, Phoenix Command también es un reglamento de miniaturas.

El capítulo 5º está dedicado a las reglas opcionales que, como podrán imaginarse, sólo complican algo ya de por sí complicado.

En este manual encontramos pocas armas de ejemplo, tendremos que adquirir otros suplementos para encontrar el arma que buscamos, entre un amplísimo catálogo: desde armas cortas como pistolas automáticas, hasta cañones de artillería.

El final del libro está repleto de tablas, tablas y más tablas.



En fin, con todo, un reglamento con cierta elegancia, complicadillo, pero elegante y directo… para el aficionado hardcore a las armas. Ah, he conocido jugadores que empleaban el sistema de armas de Phoenix Command para emplearlo adaptado en otros juegos. Algunos dicen que es el mejor jamás creado, y no soy quien para contradecirles.
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