Bueno, un poco tarde pero nos unimos a la iniciativa del Carrusel Bloguero.

La verdad es que el tema del mes se las trae: el rol en España. Ahí es nada. ¿Y qué puedo añadir yo a este debate? Realmente no lo sé y hace tiempo que dejé de preocuparme por ello, pues es un tema complicado, muy complicado. Para mí todo esto de rol no deja de ser una afición, un sana y edificante afición que me ha reportado muchas horas de entretenimiento. Es un juego, un juego maravilloso, de posibilidades infinitas, con un carácter social definitivo. De hecho, creo que lo mejor del rol es que nos permite reunirnos con unos amigos cada poco y echar un rato juntos, divertido a más no poder. Lo he dicho en otras ocasiones: tan importante, sino más, como el juego, son los amigos y esos ratillos de conversación, comida, bebida e interacción social pura y dura que se da en torno a la mesa de juego. Nunca me he sentido un bicho raro, ni un friki, ni nada parecido por jugar a rol. No me he sentido amenazado, ni señalado, ni cosa similar, ni mucho menos miembro de una selecta minoría intelectual, superior a la media, sólo por jugar a rol. No, ni mucho menos, y eso que he visto muchos que se las daban de esto, y cosas más extrañas aún.

En fin, siempre hemos ido a lo nuestro, y nos daba un poco igual cuántos y cómo jugaban ahí fuera, y cómo se lo tomaban o de qué se las daban, respetando a todos, como no podía ser de otro modo. Luego editamos nuestro propio juego y todo lo demás, y puedo asegurarles que con ello no ha cambiado nuestra percepción de esta afición. No sé si acertadamente, pero siempre hemos visto el hobby de manera global: aquello que no podíamos conseguir aquí, lo comprábamos en otro lugar. Si no hallábamos la información aquí, la buscábamos fuera. Hemos participado en jornadas locales y en otras ciudades siempre que hemos podido. Bueno, la verdad es que no me veo habilitado, no me atrevo a aconsejar a nadie, pero con su permiso me aventuraría a decir que lo que mejor podemos hacer para fomentar estos juegos, aparte de presentarlos como lo que son: juegos sociales, divertidos, sin más misterio y alharaca, pasa por pensar globalmente y actuar localmente. Sí, suena a eslogan barato, pero es tan sencillo como eso: actuar localmente, acudir a centros culturales, bibliotecas, asociaciones, institutos, asociaciones culturales, medios locales de comunicación y dar la tabarra y jugar en la calle, en un parque, en una cafetería, con normalidad… y por encima de todo, tenemos que ir a nuestra cantera: institutos y colegios. No hay más historia.

¿Cómo esta ahora el tema? Pues no lo sé realmente, pero veo muchos juegos en las estanterías, la gente se mueve, publica, hay editoriales veteranas y de reciente creación, con una buena panoplia de sistemas y juegos variados, desde el singular y refrescante Cliffhanger hasta el Cthulhutech. En fin, hay de todo, como en botica. Creo que va bien, pero no tengo mucha información para emitir un juicio de valor sobre algo tan complicado. No sé, a lo mejor esta iniciativa del Carrusel Bloguero, con las aportaciones del respetable, nos ayuda a ver en perspectiva todo este asunto.

Ah, y esto puede que resulte polémico. La historia de intentar organizar una federación nacional, asociación o similar de juegos de rol, o defensa de los juegos de rol o demás, es un propósito condenado al fracaso, loable, pero fútil. Ya se intentó y acabó como el rosario de la aurora. Hay mucho ego desmedido en este mundillo que, irremediablemente, condenará al fracaso, antes o después, cualquier intento en este sentido. Me da pena decirlo, pero así es… o así lo veo yo, que puedo estar equivocado.

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