Parece que fue ayer cuando comenzamos nuestra andadura, aquí, en la Marca, en esta casa, que es hoy ya la de todos ustedes. En su día, dimos inicio a este blog como un repositorio práctico de nuestras muchas aventuras como grupo de juego estable, reunido en torno a la mesa muchos años antes, cuando apenas éramos unos zagales. En él dábamos cuenta de nuestras sesiones de juego, y compartimos con ustedes nuestros chascarrillos y vivencias, de forma distendida. Y pasamos, posteriormente, a reseñar con nuestro particular estilo y sin asomo de pretensión alguna, todo el material que caía en nuestras manos. Más tarde nos adentramos en el proceloso mundo creativo, lanzándonos a producir nuestro propio juego… Y lo que vino después ya lo conocen ustedes, así que no será necesario abundar en ello.
En fin, qué les podemos decir, para nosotros ha supuesto un gran esfuerzo permanecer al pie del cañón todos estos años, doce ya, que se dice pronto. Durante mucho tiempo actualizábamos a diario el blog, aportando noticias, comentarios y opiniones. Opiniones en ocasiones encendidas, pero siempre, creemos, que justas y merecidas, aunque nosotros no somos quienes para juzgar esto. Y tampoco es que nos importe un ardite, porque siempre hemos sido independientes, intentando seguir nuestro propio camino, regido por nuestro particular criterio, sin hacer mal a nadie, o desearlo siquiera, equivocados o no. Y por eso mismo hemos brindado desinteresadamente nuestra ayuda a todo aquel que nos la ha pedido. Nunca hemos dejado un mensaje sin contestar, ni un teléfono sin descolgar. Y seguiremos así mientras nos reste algo de fuerza. ¿Y saben por qué? Porque nos encanta jugar, reunirnos y pasarlo bien. Tan simple como eso. Todo lo demás, incluido este blog, y todo el trabajo volcado en el mismo, no es más que una consecuencia de este hecho. Y así pues, quede amortizado en esos doces años ya transcurridos, pues este mismo blog nos ha permitido conocerles, y compartir con ustedes nuestros ratos de diversión. La Marca no sería nada sin sus lectores, sin toda la gente que ha aportado los más de 18.500 comentarios vertidos en sus miles de entradas, que han supuesto millones de lecturas acumuladas.
Y aquí seguimos, incólumes, tras catástrofes naturales, terremotos e inundaciones. Como una roca en el mar. Aunque algo más viejos y cansados, pero con energía aún para persistir, incordiándoles con nuestras historias y creaciones, por doce años más. Nos vemos entonces, y siempre aquí, en su casa, en la Marca del Este.
Muchas gracias, señores, y permitan que este viejo y cansado servidor se tome un copa a su salud, y a la mía propia, que creo que nos la hemos ganado. ¡Gracias otra vez!

Share This